03 febrero 2009

.::El Cuento del Principe y el Sol::.

Esta es la historia de un pequeño príncipe tan dulce y tierno cual flor en primavera, tan tierno y puro como un cachorro recién nacido y enamorado de todo y de todos. El era feliz con poco, la sonrisa de un amigo le llenaba mas que cien bolas de helado juntas.

Un día el príncipe despertó y salió a jugar, de repente, una luz, un brillo, le cegó la mirada y hacía que su naricilla cosquilleara. Miró entre sus deditos y observó, como podía, el hermoso día iluminado por el sol y el príncipe que va y se enamora completamente de él. Cada mañana cuando sentía los primeros rayos en su rosada tez se levantaba corriendo hacia la ventana y desanchaba sus pulmones para respirar hondo y se quedaba envelesado contemplando el horizonte. Así un día y otro. El príncipe había veces que se quedaba dormido junto a la ventana esperando que volviera a amanecer.

Las nubes empezaron a hacechar con el mal tiempo pero el noble chico allá donde hubiera un pequeño haz de luz allí que iba. No le importaba el mal tiempo, ni las lluvias, ni nada con tan solo poder contemplar un solo rayo. El seguía siendo feliz, no le preocupaba lo que pensara los demás, su amor era fuerte y podía con todo.

Una mañana al despertar observó oscuridad por todos lados bien entrada la mañana y se extraño. Corrió hacia las afueras del castillo y vio que habían plantado grandes arboles por todos los rincones y tapaban el cielo. Nuestro príncipe entristeció preguntadose que podría hacer. Soñaba con ser luna para poder compartir lugar. Las lágrimas resbalaban por su rostro, no comía, no dormía, no quería jugar ni ver a los amigos, la vida se le apagaba.

Aquella mañana decidió hacer un ultimo esfuerzo y empezó a escalar uno de esas murallas de la naturaleza, ese inmenso árbol. Subía, subía y seguía subiendo mas a lo alto. Poco a poco podía vislumbrar entre el follaje la luz del sol. Rompía las ramas con sus manos haciéndose mil heridas que le sangraban, pero él, seguía subiendo luchando por llegar arriba. Su única meta era encontrarse con el sol y subía, subía y mas subía.

Por fin llegó con un tenue alo de respiracion y contemplo de nuevo el sol, casi creía poder tocarlo. Lamentablemente por poco tiempo, una rama a sus pies cedía dejándolo caer. Aun así el estaba feliz pues en su descenso dejaba tras de si un hueco por el que los rayos del sol se filtraban. Para él aquello era hermoso y caía, aun mas caía, hasta que finalmente su cuerpecito impactó contra el suelo... ::.

Un amor puro y verdadero. El príncipe que lucho por aquello en que creía y al final su pobre corazón entrego lo mas importante que poseía...

¡¡Su Vida!!

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